Cuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho. Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca.
miércoles, 1 de mayo de 2013
¿Cuánto mide tu sartén?
Cuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho. Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca.
Se monta en su bote, comenzó a remar y llegando no muy lejos de la
orilla, allí lanzó el ancla. Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de
comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a hacer una oración a Dios dando
gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día. Acto
seguido, comenzó a pescar.
Mientras el pescaba, a pocos metros de distancia había una persona
observándolo con mucha atención.
Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo
media y decía: "Este mide 15 centímetros"; lo sacaba y lo colocaba en
una cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando. Luego
saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: "Este mide 16 cm."; lo echa
en la cesta y continúa su pesca. El observador nota que el próximo pez que el
pescador saca era bien grande, más del triple de los que había sacado
anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: "Este mide mucho",
al tiempo que lo devuelve al agua.
Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo que llamó la atención
de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar acercándose sutilmente
al bote; saludando al pescador le pregunta: -"He visto que ha tenido muy
buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua. ¿Por
qué siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor medida?
-El pescador contesto: " Lo que sucede es que los peces grandes no
caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros".
A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos preparados para
recibir todo lo bueno que Él tiene para nosotros. Debemos expandir nuestra
mente para poder recibir las cosas grandes que Dios nos tiene preparadas. ¿Cuánto
mide tu sartén?
Pide con fe, y espera con la certeza de que Dios te escucha... y que
eres su hijo muy amado. Recuerda que nada es mucho para el que AMA.
FUENTE: M.E. Winston Pauta Ávila para Renuevo de Plenitud.
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
Mateo 25:21 (Reina-Valera 1960)
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